Mots-clés : comedia de enredo del Siglo de Oro español, teatro barroco español y personaje femenino, obra clásica sobre la duplicidad de las apariencias, relato de disfraz e identidad, análisis psicológico de relaciones amorosas
En la efervescente Madrid del Siglo de Oro, « La celosa de sí misma » presenta el entramado de apariencias y deseo a través del complejo personaje de doña Magdalena. Prometida de don Melchor, un noble leonés sin fortuna, Magdalena siente una profunda duda sobre la sinceridad de su futuro esposo, a quien nunca ha conocido. Durante una misa en la iglesia de la Victoria, Melchor se enamora apasionadamente de una mujer con velo, sin saber que se trata de su propia prometida disfrazada. Este doble juego, impulsado por la ambigüedad de la ciudad moderna y los códigos vestimentarios, alimenta una serie de malentendidos, duplicidades e incertidumbres identitarias. Entre mascaradas, cartas, acciones de los sirvientes y equívocos, se revela una sociedad donde lo que importa es la apariencia más que el ser, donde el amor choca con la confusión de identidades y la fragilidad del juicio. El disfraz se convierte en un arma de conquista y defensa del honor femenino, mientras que la mirada del espectador recorre los distintos espacios de Madrid y sus reglas tácitas. Símbolo de la comedia de enredo barroca, la obra cuestiona sutilmente los límites de la percepción, la ilusión amorosa y el lugar de la mujer en una sociedad regida por las convenciones. Verdadera crítica social, esta obra maestra teatral combina con gran destreza la comedia de situación, las rivalidades sentimentales y la profundidad psicológica, en un universo donde la frontera entre verdad y mentira permanece siempre difusa.
Tirso de Molina, nombre de pila Gabriel Téllez, nació en Madrid en 1579 y falleció en Soria en 1648. Religioso de la orden de la Merced, conjugó su vocación espiritual con una profunda pasión literaria, convirtiéndose en una figura clave del teatro barroco español. Su obra, marcada por un análisis psicológico profundo y un enfoque innovador del personaje femenino, se inscribe principalmente en la comedia de enredo. Entre sus piezas más célebres se encuentran « El Burlador de Sevilla », que instituyó el mito de Don Juan, así como « Don Gil de las calzas verdes » y « La prudencia en la mujer ». Pionero en destinos contrariados y juegos de máscaras, dominó el arte del diálogo ágil y el giro argumental, explorando con sutileza los resortes sociales, morales y amorosos de su época. Exiliado tras una condena por el carácter profano de sus comedias, se retiró a Soria donde continuó escribiendo hasta su muerte. Destacado en la sátira de costumbres y en tramas amorosas, Tirso de Molina se distingue por su capacidad para representar la complejidad del alma humana, ofreciendo una reflexión sutil sobre la condición femenina y el poder de las apariencias temas centrales en « La celosa de sí misma » que siguen resonando en la actualidad.
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